Si no cambiamos nuestra conciencia individual, no podremos cambiar la conciencia colectiva
domingo, 8 de septiembre de 2013
Gratitud
La gratitud no es el simple hecho
de agradecer en un momento dado por algo que recibimos de otros. La gratitud en
su sentido más amplio, es un estilo de vida con el que debemos de vivir
permanentemente, sin importar como se estén presentando las casas en el
presente, sean buenas o malas. Cuando se vive en un estado de gratitud, se desarrolla
la capacidad de experimentar a cada momento, una sensación de alegría por la
vida tal como es. Quien vive en un estado de gratitud, atrae hacia sí, bendiciones
como la prosperidad y el amor.
Si persistimos en vivir con
gratitud, si constantemente agradecemos por lo que nos pasa, sea agradable o
no, al paso del tiempo, nuestra vida se
empieza a transformar. Dejamos de quejarnos por aquellas cosas insignificantes
que antes nos molestaban. Al mismo tiempo, estamos en mejor disposición de
ayudar a quienes nos necesitan.
Vivir en gratitud, es reconocer
que existe un Orden Superior a nosotros, al margen de cómo lo llamemos, del
cual podemos estar seguros y confiados que siempre nos proveerá de aquello que
necesitemos. Este Orden Superior, constituye le esencia inmaterial de las cosas
que no vemos.
Vivir en un estado de gratitud,
nos genera una constante sensación de alegría. Cuando estamos agradecidos con
todo lo que nos sucede, comprendemos que podemos de vivir de manera sencilla,
dando gracias por las pequeñas o grandes cosas que llegan a nuestra vida.
Cualquier pequeño detalle puede ser una fuente de alegría.
La gratitud, a su vez nos genera
abundancia y prosperidad en nuestra vida. Bien conocido es el principio que
dice que todo aquello en lo que nos concentramos se expande. Si vivimos
quejándonos de nuestras circunstancias, atraeremos más circunstancias negativas
a nuestra vida. Si fijamos nuestra atención de manera positiva en las cosas
buenas, al paso del tiempo, nuestras bendiciones se multiplican. La energía
positiva de la gratitud, atrae hacia nosotros todo lo que necesitamos sin
necesidades de grandes esfuerzos y sin necesidad de vivir llenos de tensión y
preocupación.
Agradece hoy y siempre, todo lo
que llega a tu vida, aún y cuando las cosas que te llegan pudieran ser
negativas. Todo lo que sucede, ocurre por alguna razón, la cual tal vez no
comprendamos, pero que es parte del concierto de la vida y que está más allá de
nuestra ilimitada capacidad de entendimiento.
Eduardo Castilla
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