viernes, 26 de abril de 2013

Las Crísis de la Vida


Afrontar la propia muerte es la experiencia definitiva en cuanto a sentirse perdido y solo. Pero los encuentros con la mortalidad no son las únicas ocasiones que se nos ofrecen para examinar nuestras almas. Las oportunidades para vivir más de acuerdo con quienes verdaderamente somos se dan en todos los momentos de nuestra vida, aunque es cierto que unas veces se presentan con mayor claridad que otras. De vez en cuando, todos experimentamos apuros para los que no podemos prepararnos completamente, y a menudo estamos dispuestos a conformarnos con el alivio de la tensión. Cuando lo hacemos, lo único que podemos esperar es volver a la vida de costumbre tan pronto como sea posible. Sin embargo, cuando buscamos un arreglo rápido, nos perdemos cualquier aumento que hubiéramos podido obtener en la conciencia de nuestra identidad.
En cambio, si entendemos cada crisis como una encrucijada, tenemos la posibilidad de convertir la perturbación en un punto de opción. La forma en que nos enfrentamos al desarreglo en nuestras vidas puede determinar cambios decisivos, para bien o para mal. En lugar de cavilar sobre la injusticia de lo que nos ha ocurrido, podemos concentrarnos en nuestra libertad; podemos tratar de aprender lo que nuestra crisis tenga que enseñarnos, y elegir entre las opciones que pueda revelar.
Sheldon Kopp
Al Encuentro de una Vida Propia
Editorial Urano